Conocí este proyecto a través de Sandra, una amiga que ya había colaborado anteriormente con Transition Spain.
Yo, por mi parte, no había colaborado nunca con este tipo de agencias y, lo cierto, es que me surgían muchas dudas acerca de dar ese paso. Sin embargo, los miedos que me despertaban este tipo de experiencias desaparecieron tan pronto como recibí el apoyo y la atención informativa por parte del equipo de este programa.
No solo te encuentras constantemente informada y te sientes escuchada, tanto por teléfono como en el trato personal, sino que no tardé mucho en notar que poco a poco me fueron haciendo sentir parte de la familia de Transition Spain.
Su comunicación fluida facilita mucho que puedas seguir el camino marcado por el procedimiento, así que, cuando llegan esas criaturas que con tanta ilusión esperas, ya sabes lo más importante de ellas. El equipo del programa comparte los datos de contacto necesarios para que puedas hablar directamente con las familias irlandesas antes de su llegada y, sin duda, esto hace que las inquietudes se vayan disipando.
La experiencia es muy bonita, maravillosa. Mi hijo y yo hemos terminado teniendo un vínculo muy estrecho con nuestros estudiantes que, estamos convencidos, se prolongará para siempre. Es un lujo ser testigo de cómo la timidez con la que llegan (al fin y al cabo son adolescentes y llegan con las reservas propias de su edad) evoluciona hacia unos deseos cada vez más grandes de descubrir Granada, una ciudad que se los gana en seguida.
Uriel, mi hijo de 14 años, ha crecido mucho a nivel personal. Ya no solo tiene oportunidad de hablar inglés con estudiantes nativos, sino que veo que él se siente cada vez más maduro e importante, sintiéndose como anfitrión, cómplice y guía de los estudiantes que llegan.
También he aprendido que, cuando se les concede ciertos espacios —como en cenas—, la complicidad y las risas aumentaban. Además, mi propia evolución en el programa me ha sorprendido: al inicio solo recibía a chicos irlandeses, pero luego me abrí a la oportunidad de alojar a chicas teniendo un hijo en casa.
Para mi sorpresa, Uriel se sentía cómodo y muy mimado por el cariño de las estudiantes, que en todo momento se mostraron educadas y con las que, con toda sinceridad, una siente ganas de quedárselas para siempre. Tanto es así que, llegado el momento, decidí incrementar el número de estudiantes alojados en casa (¡hasta 6!) y mentiría si no dijera que fue la experiencia más divertida.
Evidentemente son chicos y chicas adolescentes que dan algo de trabajo, pero, al contrario de lo que uno puede llegar a pensar, colaboran en todo momento, haciendo que los momentos más rutinarios sean a la vez muy llevaderos y divertidos.
El nivel de inglés ha llegado a la excelencia, y yo también he mejorado (aunque algo menos, jajaja). Uriel y yo hemos llorado y reído con cada despedida. Sin duda alguna, nos encantará seguir trabajando con el equipo de Transition Spain.
Un equipo que nos aporta la tranquilidad, la comunicación y la seguridad necesarias como para seguir viviendo esta experiencia de integración.
Eso sí, dejadme que os dé un consejo: ¡cuidado con invertir demasiado dinero en jamón ibérico o en gazpacho! Os animo a que antes os aseguréis de que les guste, ya que os puedo asegurar que, para muchos, es un auténtico sacrilegio.
Suzanne (James’ mom), June 2025
TY Student
View more >>
The excellent administration and good-humoured support from the camp staff were evident from day one. They ens...
Sophia Redmond, January 2025
TY Student
View more >>
Starting as a TY student, I remember every one of my teachers telling me that same golden piece of advice: “Yo...
Carmen Atienza
Host Family
View more >>
Hola, soy Carmen Atienza y formo parte del proyecto de Transition Spain como familia anfitriona Conocí este pr...
Calle Tierno Galván 1, local 4
Granada 18006
648 985 810
info@transitionspain.com
Host Family
Conocí este proyecto a través de Sandra, una amiga que ya había colaborado anteriormente con Transition Spain. Yo, por mi parte, no había colaborado nunca con este tipo de agencias y, lo cierto, es que me surgían muchas dudas acerca de dar ese paso. Sin embargo, los miedos que me despertaban este tipo de experiencias desaparecieron tan pronto como recibí el apoyo y la atención informativa por parte del equipo de este programa. No solo te encuentras constantemente informada y te sientes escuchada, tanto por teléfono como en el trato personal, sino que no tardé mucho en notar que poco a poco me fueron haciendo sentir parte de la familia de Transition Spain. Su comunicación fluida facilita mucho que puedas seguir el camino marcado por el procedimiento, así que, cuando llegan esas criaturas que con tanta ilusión esperas, ya sabes lo más importante de ellas. El equipo del programa comparte los datos de contacto necesarios para que puedas hablar directamente con las familias irlandesas antes de su llegada y, sin duda, esto hace que las inquietudes se vayan disipando. La experiencia es muy bonita, maravillosa. Mi hijo y yo hemos terminado teniendo un vínculo muy estrecho con nuestros estudiantes que, estamos convencidos, se prolongará para siempre. Es un lujo ser testigo de cómo la timidez con la que llegan (al fin y al cabo son adolescentes y llegan con las reservas propias de su edad) evoluciona hacia unos deseos cada vez más grandes de descubrir Granada, una ciudad que se los gana en seguida. Uriel, mi hijo de 14 años, ha crecido mucho a nivel personal. Ya no solo tiene oportunidad de hablar inglés con estudiantes nativos, sino que veo que él se siente cada vez más maduro e importante, sintiéndose como anfitrión, cómplice y guía de los estudiantes que llegan. También he aprendido que, cuando se les concede ciertos espacios —como en cenas—, la complicidad y las risas aumentaban. Además, mi propia evolución en el programa me ha sorprendido: al inicio solo recibía a chicos irlandeses, pero luego me abrí a la oportunidad de alojar a chicas teniendo un hijo en casa. Para mi sorpresa, Uriel se sentía cómodo y muy mimado por el cariño de las estudiantes, que en todo momento se mostraron educadas y con las que, con toda sinceridad, una siente ganas de quedárselas para siempre. Tanto es así que, llegado el momento, decidí incrementar el número de estudiantes alojados en casa (¡hasta 6!) y mentiría si no dijera que fue la experiencia más divertida. Evidentemente son chicos y chicas adolescentes que dan algo de trabajo, pero, al contrario de lo que uno puede llegar a pensar, colaboran en todo momento, haciendo que los momentos más rutinarios sean a la vez muy llevaderos y divertidos. El nivel de inglés ha llegado a la excelencia, y yo también he mejorado (aunque algo menos, jajaja). Uriel y yo hemos llorado y reído con cada despedida. Sin duda alguna, nos encantará seguir trabajando con el equipo de Transition Spain. Un equipo que nos aporta la tranquilidad, la comunicación y la seguridad necesarias como para seguir viviendo esta experiencia de integración. Eso sí, dejadme que os dé un consejo: ¡cuidado con invertir demasiado dinero en jamón ibérico o en gazpacho! Os animo a que antes os aseguréis de que les guste, ya que os puedo asegurar que, para muchos, es un auténtico sacrilegio.
Calle Tierno Galván 1, local 4
Granada 18006
648 985 810
info@transitionspain.com
ABOUT US
ACTIVITIES
COURSES
STUDENT EXPERIENCES
HOST FAMILIES
Política de privacidad
Política de cookies
Aviso legal